Deseo comentar que desde la primera vez que escuche hablar de las computadoras me gustó la idea de aprender de ellas.
Entre aquel tiempo y éste han pasado más de veinte años, al mismo tiempo, han evolucionado los sistemas educativos.
Poder incorporar la enseñanza de la historia por un medio como este, ha resultado en muchos trabajos anexos y horas de implementación en el aula. El resultado en ocasiones ha sido satisfactorio y en otras realmente desastroso. Estoy convencido que la aplicación de las tecnologías son el mejor medio de enseñar historia, puesto que viviendo en un país lleno de sitios arqueológicos, climas diversos, distintas culturas en fin, pero con un medio económico tan limitado, la gran diversidad resulta casi imposible tomarla, aunque sea en una mínima parte.
¿Cómo ir de Teotihuacán a Uxmal, o del desierto de los Seris a las selvas de los Lacandones? ó ¿Cómo recorrer la ruta de la independencia? Las respuestas se encuentran en las Tecnologías de la Información y Comunicación, aplicadas en la enseñanza de la historia, con ella se pueden elaborar viajes, presentaciones, escuchar música, ver imágenes del pasado, realizar viajes virtuales, visitar museos y un abanico de posibilidades con un costo económico muy bajo. Para una nación como la nuestra, con pocos recursos económicos, poder contar con esta ayuda resulta de mucho provecho, a pesar de las horas invertidas en aprender para poder enseñar.
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